“¿Qué pretende usted de mí?”
(el guionista de Isabel Sarli)
Yo realmente no dije lo que quisiste entender que dije cuando intenté decirte lo que te estaba diciendo pero si insistís en que sí dije lo que quisiste entender que dije cuando intenté decirte lo que te estaba diciendo, bueno, sí lo dije. Yo en realidad no hice lo que creíste entender que hice cuando intenté explicarte lo que estaba haciendo pero si te da por insistir en que yo sí hice lo que creíste entender que hice cuando intenté explicarte lo que estaba haciendo, bueno, sí lo hice. Yo sin duda no estaba pensando lo que interpretaste que estaba pensando cuando no tengo por qué contarte en qué pensaba pero si seguís insistiendo con que yo estaba pensando lo que quisiste interpretar que yo pensaba antes de no tener por qué explicarte que no, bueno, allá vos. Yo no te grité a vos cuando evidentemente levanté la voz para afirmar un concepto que de otro modo no habrías comprendido jamás pero si se te da por recriminarme que fue a vos a quien grité sin importar qué concepto quería remarcar, bueno, de aquí en más te voy a gritar más fuerte. Yo no escuché que me dijeras lo que ahora pretendés hacerme creer que me dijiste cuando hablabas de algo totalmente enfrentado a lo que estábamos hablando pero si querés convencerme de que en realidad escuché lo que ahora pretendés hacerme creer que me dijiste y me hice el sota y te dije que eso no tenía nada que ver con lo que estábamos hablando, bueno, pensá lo que quieras. Si supuestamente según vos no hiciste lo que en verdad hiciste para que yo respondiera haciendo lo que hice y luego decirme que yo lo hice sin antes haber hecho vos todo lo que hiciste, bueno, eso mejor la próxima vez lo hacemos con testigos porque resulta evidente que es tu palabra contra la mía y de este pozo así no vamos a salir jamás. Si vos estás pensando que los testigos los vas a poner vos dejá de pensarlo ya mismo porque esos testigos de imparciales no tendrían nada y en cambio los míos serían elegidos por el voto popular de toda la gente que yo sé que te conoce desde hace mucho tiempo y saben muy bien cuando hablamos de qué entendés cuando querés entender una cosa que no es tal como vos la entendés pero si eso no te sirve y mejor querés tirar una moneda al aire conmigo no cuentes, que ya bastante dinero tiro en toda esa comida que después no comés porque decís que no te gusta si no la comprás vos. Y si seguís pensando con el estómago un día de estos vas a sentir hambre en el cerebro y me vas a salir diciendo que te duele la cabeza porque no nos entendemos nunca en nada de lo que decimos, hacemos, pensamos, escuchamos, porque evidentemente no entender es tu mejor salida para evitar enfrentarnos a diario en los conceptos que mi voz levanta para que entiendas o, peor, será que no decir, no hacer, no pensar y no escuchar es la mejor coartada que has encontrado para esconder tu falta de sensatez, raciocinio, sensibilidad y criterio, allá vos. Jamás pretendas que entienda los sonidos de tu silencio, que no conozco el braille de los gestos ni soy Paul Simon, ni siquiera José Feliciano. Pero lo que sí recuerdo muy bien es aquella vez en que dijiste que no sos vos, soy yo, y si es así entonces la incompatibilidad de caracteres será un buen argumento a presentar ante el magistrado. Y si no soy yo, sos vos, igual. Mirá, vamos a hacerla corta que a mí la ley me importa tres carajos, así que si querés, y si no querés igual, dividimos los bienes entre nosotros y listo, vos te quedás con la licuadora, yo con las entradas para ver a Viglietti, y listo. Sí, yo ya veo con quien voy. En cuanto a las deudas comunes podemos hablar con un escribano y ahí vamos depositando el pago cada mes. ¿Qué juntos no nos alcanza y separados menos? Pero, mi amor, si conversando todo se puede arreglar. No sé por qué te pusiste así cuando yo realmente no dije lo que entendiste que dije cuando intenté decirte lo que te estaba diciendo, pero, bueno, no te preocupes que capaz que fui yo el que no logró hacerse entender. No dramatices, por favor, que ¡mirá si habrá cosas más graves en que preocuparse! Son estos tiempos locos que corren, pero lo mejor es saber que seguimos juntos y que ninguna adversidad pasajera podrá con nuestro amor eterno, chiquita mía.
viernes, 22 de febrero de 2008
jueves, 21 de febrero de 2008
Cuba 49
Bolívar lanzó una estrella que junto a Martí brilló,
Fidel la dignificó para andar por estas tierras.
Pablo Milanés
Lanzó, brilló, dignificó (zó, lló, có). ¿Qué, quién, dónde, cuándo y por qué no lanza, brilla, dignifica hoy, 49 años después del triunfo popular-político partidario? Renunció Fidel en titular mundial cuerpo de letra no catástrofe. Miami festeja y mira de reojo las valijas excubanas. El dictador democrático Bush se retira de su cargo universal y plenipotenciario con otra estrella en el sombrero cowvoy, a modo de un travestido Che vaquero de boina imperialista. En su puzzle país se afana cubo mágico por trasladar esa estrella de su sombrero a sus franjas. Así acostumbra él, su padre, su abuelo y la patria abstencionista que lo parió, condecorar sus crímenes, sus invasiones, sus bloqueos, sus hazañas de mala maña y peor praxis, sin corregir y ampliada en varios tomos de seres masacrados en su esperanza y carne más íntimas, allá lejos y acá cerca. Renunció Fidel, y qué importa un hombre, canta Cabrera. Importa. Porque los nuevos chicos cubanomacdonalinos piden zapatillas Nike y ni el bloqueo ni los maderos carenciados de Santiago se las dan. Importa, porque los treintaipico quieren prostitución de malecón en dólares que sólo poseen los turistas y los funcionarios diplomáticos extranjeros, claro, y los nacionales, posiblemente. Importa, porque todavía muchos viejos no entienden ni de Girón ni de Cochinos ni de Sierra Maestra, sólo de torres y alfiles que entregarían a cambio de que algún otro cualquiera le diera el jaque final al renunciante. Importa, porque la revolución educó pero no formó. Que importa, importa, y Cuba duele mucho más que cuando escribiste Cuba duele, Eduardo. Y aunque aún no se doliese en sí misma, Cuba duele en la algarabía chupeypase del enemigo común a casi todos. Fidel no murió, pero casi. Su renuncia presagia duelo de réquiem. Y toda revolución fracasa si hay réquiem por un solo hombre. En una revolución si es verdadera se triunfa o se muere, predecía Ernesto. ¿Ese no triunfo es para ahora? ¿Esta premuerte es para dentro de un rato o es para ahora? ¿Qué se siente no decirse imprescindible y saberse imprescindible? Raúl ha de jugarse el resto en esta falta. ¿Quién será el que cubra las vidrieras hacia el nuevo mundo en decadencia ignorada? ¿Quién será el que impida que las balsas retornen con regalos made in usa? ¿Quién será el que niegue el triunfo de Guantánamo, agresor persistente y asesino? La Florida celebra con champán francés y en la otra orilla los marinos se emborrachan con ron y Compay Segundo. La diferencia hace. La identidad hace la diferencia. ¿Hasta cuándo, Castros? ¿Cómo se combate una casi masificada propaganda en contra? ¿Una revolución triunfante puede contra una propaganda masificada a nivel paramundial? ¿La revolución triunfa y campea en Cuba? ¿O lanzó, brilló, dignificó, y se quedó ahí nomás? ¿Cuáles son las patas de la sota? Santiago de ningún santo es religioso y marxista. La tropicalia cubana venera a Celia Cruz. El rock cubano es casi todo disidente. ¿Hasta cuándo pueden sostenerse en el tiempo las contradicciones? El capitalismo muere, es cierto y gracias, pero ¿el socialismo vive y lucha? Si los revolucionados, sus hijos y sus nietos, no quieren ya revolucionarse más, ¿se les revoluciona igual? ¿La renuncia de Fidel es una falta de respuesta en cuerpo presente y ejecutivo? Los cubanos tienen ahora la palabra y los hechos. Quien se los dicte a la oreja vivirá por y de ellos. La revolución pide socorro en la isla, en medio del mar, pero la única mano que encuentran por ahora es la de los que ahogan.
Pablo Milanés
Lanzó, brilló, dignificó (zó, lló, có). ¿Qué, quién, dónde, cuándo y por qué no lanza, brilla, dignifica hoy, 49 años después del triunfo popular-político partidario? Renunció Fidel en titular mundial cuerpo de letra no catástrofe. Miami festeja y mira de reojo las valijas excubanas. El dictador democrático Bush se retira de su cargo universal y plenipotenciario con otra estrella en el sombrero cowvoy, a modo de un travestido Che vaquero de boina imperialista. En su puzzle país se afana cubo mágico por trasladar esa estrella de su sombrero a sus franjas. Así acostumbra él, su padre, su abuelo y la patria abstencionista que lo parió, condecorar sus crímenes, sus invasiones, sus bloqueos, sus hazañas de mala maña y peor praxis, sin corregir y ampliada en varios tomos de seres masacrados en su esperanza y carne más íntimas, allá lejos y acá cerca. Renunció Fidel, y qué importa un hombre, canta Cabrera. Importa. Porque los nuevos chicos cubanomacdonalinos piden zapatillas Nike y ni el bloqueo ni los maderos carenciados de Santiago se las dan. Importa, porque los treintaipico quieren prostitución de malecón en dólares que sólo poseen los turistas y los funcionarios diplomáticos extranjeros, claro, y los nacionales, posiblemente. Importa, porque todavía muchos viejos no entienden ni de Girón ni de Cochinos ni de Sierra Maestra, sólo de torres y alfiles que entregarían a cambio de que algún otro cualquiera le diera el jaque final al renunciante. Importa, porque la revolución educó pero no formó. Que importa, importa, y Cuba duele mucho más que cuando escribiste Cuba duele, Eduardo. Y aunque aún no se doliese en sí misma, Cuba duele en la algarabía chupeypase del enemigo común a casi todos. Fidel no murió, pero casi. Su renuncia presagia duelo de réquiem. Y toda revolución fracasa si hay réquiem por un solo hombre. En una revolución si es verdadera se triunfa o se muere, predecía Ernesto. ¿Ese no triunfo es para ahora? ¿Esta premuerte es para dentro de un rato o es para ahora? ¿Qué se siente no decirse imprescindible y saberse imprescindible? Raúl ha de jugarse el resto en esta falta. ¿Quién será el que cubra las vidrieras hacia el nuevo mundo en decadencia ignorada? ¿Quién será el que impida que las balsas retornen con regalos made in usa? ¿Quién será el que niegue el triunfo de Guantánamo, agresor persistente y asesino? La Florida celebra con champán francés y en la otra orilla los marinos se emborrachan con ron y Compay Segundo. La diferencia hace. La identidad hace la diferencia. ¿Hasta cuándo, Castros? ¿Cómo se combate una casi masificada propaganda en contra? ¿Una revolución triunfante puede contra una propaganda masificada a nivel paramundial? ¿La revolución triunfa y campea en Cuba? ¿O lanzó, brilló, dignificó, y se quedó ahí nomás? ¿Cuáles son las patas de la sota? Santiago de ningún santo es religioso y marxista. La tropicalia cubana venera a Celia Cruz. El rock cubano es casi todo disidente. ¿Hasta cuándo pueden sostenerse en el tiempo las contradicciones? El capitalismo muere, es cierto y gracias, pero ¿el socialismo vive y lucha? Si los revolucionados, sus hijos y sus nietos, no quieren ya revolucionarse más, ¿se les revoluciona igual? ¿La renuncia de Fidel es una falta de respuesta en cuerpo presente y ejecutivo? Los cubanos tienen ahora la palabra y los hechos. Quien se los dicte a la oreja vivirá por y de ellos. La revolución pide socorro en la isla, en medio del mar, pero la única mano que encuentran por ahora es la de los que ahogan.
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