Sosteniendo la Pared, 27 de octubre 2012

Sosteniendo la Pared en Twitter

Entrevista en Poder Ciudadano, Canal 5 TNU, 22.9.2011 (primera parte)

Entrevista en Poder Ciudadano, Canal 5 TNU, 22.9.2011 (segunda parte)

Caso Trigo (en Cámara Testigo, 9 de mayo 2011)

jueves, 26 de abril de 2012

= EL 1 DE JUNIO SOSTENIENDO LA PARED CUMPLE 10 AÑOS AL AIRE = Con esa excusa les estamos pidiendo a todos los amigos músicos (o de cualquier otra rama social -no política- que el programa comprenda) que nos regalen sus saludos grabados o canciones alusivas para emitir en ese programa aniversario. No nos dio el tiempo para pedirle su aporte a Paul (el pulpo, claro) pero a cambio sí tenemos muchos compañeros que sabemos que se van a sumar a este afane musical extra Agadu.
Por el momento adjuntamos las solidaridades que nos han llegado hasta la fecha y que agradecemos de intracorazón, a todos y cada uno de ellos.
Además continuamos esperando más aportes de todos los compañeros que puedan, quieran, no les quede otra o se mueran por las ganas de enviarnos su muy valioso aporte a fredygon@adinet.com.uy
Muchas gracias a todos. Fredy González.
JAVIER LUZARDO con LEONARDO LENCINA (de Montevideo) http://www.goear.com/listen/32ad87b/javier-luzardo-jl
ABEL GARCÍA con SILVANA MARRERO y CARLOS DARAKJIÁN (de sitios varios) http://www.goear.com/listen/7988586/abel-garcia-ag
CARLOS "PÁJARO" CANZANI (desde Francia) http://www.goear.com/listen/99dce18/carlos-pajaro-canzani-cpc

domingo, 26 de febrero de 2012

Semipuesta al día de la (no) investigación del Caso Trigo


Algunas preguntas y sospechas más sobre la "investigación" del asesinato de Andrés Trigo en Colonia, hace 13 años y medio:
1) En el ultimo año ningún medio de prensa escrita publicó las novedades que aportamos sobre el caso, entre ellas a través de una entrevista exclusiva con el preso Alejandro Píriz Brun, procesado por coautoría de homicidio en este caso, como primero lo estuvo también la ex novia de Andrés, Karina Carro, hoy con salidas transitorias (e inexplicables) de lunes a viernes en la ciudad de Colonia.
2) Increíblemente sí realizaron la cobertura de estos nuevos aportes dos canales de televisión de Montevideo: Canal 12 a través del programa "Cámara testigo" y Canal 5 con entrevistas en vivo en "Poder ciudadano".
3) Todo ello hasta que hace medio año comenzaron a llegarnos amenazas de muerte a la familia Trigo, a quien suscribe y a otras ocho personas con las que tomé contacto personalmente, fuera y dentro de las cárceles, para corroborar el tenor de esas amenazas y realizar las correspondientes denuncias..., pero no había ante quién realizarlas.
4) La jueza penal de Colonia, Beatriz Larrieux, fue ejecutiva en cuanto a recibir nuestras denuncias pero no lo fue para determinar la correspondiente investigación de las mismas, simplemente porque su "brazo auxiliar", la policia de Colonia, no cuenta en la persona de varios de sus efectivos corruptos con la suficiente confianza de nuestra parte, no sabemos de parte de la jueza, para depositar en ellos esa responsabilidad investigativa y, es más, la familia Trigo y quien suscribe acusamos con nombre y apellido a esos policías, incluso algunos de alto grado, que en Colonia continúan todavía en actividad, representando ello un peligro real para toda la sociedad en su conjunto. Y los acusamos de presunta participación en el crimen de Trigo como también en presuntas actividades vinculadas al narcotráfico, en sociedad con otros conocidos "personajes" del "jet set" coloniense.
5) Si bien esa información se filtró -de manera absolutamente indebida- desde el Juzgado, logramos impedir que esa maldita policía participara activamente en este asunto durante el año 2011.
6) Pedimos, tramitamos, rogamos y exigimos entonces la conformación de un equipo de Montevideo para llevar a cabo ese trabajo investigativo, el que debía estar absolutamente por fuera de la complicidad con estos delincuentes de uniforme y otros funcionarios que continúan actuando en la ciudad de Colonia.
7) Luego de muchos meses de insistencia al fin logramos que el propio ministro del Interior, Eduardo Bonomi, determinara la conformación de ese nuevo equipo, que comenzó trabajando en la Dirección de Inteligencia de la calle Maldonado, de la ciudad de Montevideo.
8) Muy lamentablemente su desempeño ha estado muy lejos de lo esperado. En casi cuatro meses se ocuparon de investigar, allanar los domicilios y conducir a la sede policial a quienes nosotros presentamos como nuevos testigos que aportarían nueva información. Paralelamente, otras personas de las que dimos todos sus datos para que fueran conducidas a declarar jamás fueron citadas en estos más de dos meses, y continúan esperando que se las cite.
9) Entre las que sí fueron citadas aparece la posible autora de varias de esas amenazas telefónicas contra todos nosotros, ya que en un par de las mismas la empresa de telefonía celular con la que mantenía contrato reveló su identidad con nombre y apellido. Esa persona, más allá de haber quedado en libertad, se anda jactando por el barrio Cerro Norte de que los propios integrantes del equipo investigador le aseguraron que no volverían a molestarla, versión que surge de conocidos de la amenazadora, no así del equipo, con el que nunca más tuvimos contacto alguno.
10) Pero aunque perdimos esa línea de comunicación, que aparentaba sería habitual, sí pudimos tomar conocimiento de que el director del tal equipo investigativo fue relevado en ese puesto y suplantado por otro cuya biografía desconocemos.
11) No tenemos conocimiento de que el "nuevo equipo investigador" continúe en actividad real en este caso.
12) Mientras tanto, uno de los reclusos en el penal de Libertad que parecía contar con suficientes pruebas como para aportar datos contra la amenazadora fue sorpresivamente trasladado la semana pasada a una cárcel en la otra punta del país, en la ciudad de Rivera.
13) Mientras tanto, el recluso Piriz Brun y su hermano adoptivo fueron amenazados de muerte dentro del COMCAR y del penal de Libertad (respectivamente) si continuaban acusando a esta mujer con domicilio a veces en Cerro Norte, a veces en otros barrios montevideanos, y a veces también en viviendas de su propiedad asentadas en otros departamentos del país.
14) Por último sólo puede pensar quien esto suscribe que, al contrario de lo que pensábamos, hoy la situación para esclarecer los hechos se ha vuelto mucho más complicada que cuatro meses atrás.
15) Por último, último, consideramos que viene siendo de extrema urgencia, y acompañamos con toda nuestra fuerza si esa decisión fuera tomada por Walter Trigo, poner en conocimiento y denuncia inmediatos al ministro Eduardo Bonomi de la totalidad de nuestras sospechas, semiplenas pruebas, suposiciones o como deba llamárseles, para que actúe como la fuerza que su investidura se lo permite y ordena.
16) Mantenemos en pie nuestro más absoluto compromiso de no negociar ni transar con nadie el esclarecimiento total de los hechos e individuos que acabaron con la vida de Andrés Trigo hace ya 13 años y medio, y que se enteren todos los que deban enterarse que nadie cuenta con ninguna fuerza capaz de bajarnos los brazos ni nuestra voluntad y exigencia de justicia hacia la verdad total sobre este crimen.
La única lucha que se pierde es la que se abandona, mientras nos quede vida y también después, con quienes tomen la bandera de este reclamo que no sólo es un grito de alerta por la "salud social" de los colonienses sino también de los orientales todos.

sábado, 25 de febrero de 2012

Los asesinos quieren seguir matando


Un interesante informe relacionado directamente con el "caso Trigo" fue emitido por Canal 12 de Montevideo el jueves 23 de febrero de 2012. En él se afirmó que el crimen de Andrés Trigo todavía continúa impune, como evidentemente lo está. Esta nueva cobertura de Canal 12 surge a raíz de que se encontraron tres armas en el COMCAR destinadas a asesinar a Alejandro Piriz Brun por -según dijeron- ser el único declarante que está proporcionando fuertes pruebas sobre el homicida real de Andrés, quien las habría hecho ingresar a esa cárcel para acabar con la vida de la única persona que puede testimoniar sobre ello. Complementando esa información fidedigna, podemos agregar que una de esas armas estaba escondida a pocos metros de la celda de Piriz Brun desde comienzos de febrero, aguardando el momento en que llegara la orden de asesinarlo, mientras también se especulaba con la alternativa de acabar con la vida del hermano adoptivo de este recluso, preso en el penal de Libertad. Así se ejercía presión sobre Piriz Brun para obligarlo a negar todo lo por él declarado en el Juzgado de Colonia y que se supone que un equipo de Montevideo estaría investigando, lo cual a la luz de los hechos no nos consta. Las tres armas, según pudimos averiguar, eran dos revólveres 38 mm, uno de ellos encontrado en el módulo 8, donde Píriz Brun se encuentra recluido, la otra en el patio del COMCAR y la tercera, una pistola 635 en el módulo 4 de esa prisión de máxima seguridad. De acuerdo a nuestras investigaciones, se le habrían entregado 50.000 pesos a un guardia -ya identificado, según el informe del 12- para que ingresara esas armas con el objetivo expreso de matar a Piriz Brun. También se presume que el dueño de esas pistolas estaría identificado, aunque no se dieron más datos. Según la información que pudimos obtener, esa persona sería un narcotraficante domiciliado en el barrio Cerro Norte que estaría a punto de abrir una whiskería en Camino Maldonado, y que mantiene una profunda relación de amistad con una mujer denunciada por Piriz Brun como cómplice en el crimen, a la cual el equipo investigador tomó declaración pero... la dejó en libertad. Por todo ello, esto no termina acá. Ya lo hemos dicho y lo reiteramos. Porque los asesinos están dispuestos a seguir matando para preservar su impunidad, porque la inoperancia de los presuntos investigadores policiales de Montevideo hace correr el tiempo en favor de ellos y porque la gran mayoría de las pruebas que aportamos personalmente en la Dirección de Inteligencia no han sido investigadas, al parecer.

domingo, 11 de septiembre de 2011

NUEVA AMENAZA POR INVESTIGAR EL CRIMEN DE ANDRÉS TRIGO


El sábado 10 de setiembre de 2011, a las 17:18 hs. recibí un primer mensaje de texto donde ofrecían "comprarme".
Ese mensaje dice: "González, sabemos que sos la clave de la investigación del caso Trigo. Sabemos que este mensaje podrá ser visto por la policía. Pero no se moleste, en breve este número desaparece. El motivo del presente es que dejando las cosas como están, económicamente usted podría solucionar todos sus problemas de por vida, si dejamos todo como está y nosotros nos encargamos del silencio del delincuente Piriz Brun. Entendamos este que no es más que un tipo sin valor. Espero su respuesta, saludos".
Al, por supuesto, no responder a ese mensaje, a las 17:30 me llegó otro ya de tono amenazante si no "cumplo con lo que ellos piden".
Ese mensaje dice: "Quiero sea de su conocimiento que no estamos lejos del delincuente, como piensan, y al alcance de toda su familia. Por tal motivo no sería muy difícil poder llegar a él. Y siendo usted un hombre inteligente creemos que no va a desperdiciar la oportunidad que le acabamos de ofrecer. Su extendido trabajo sería muy bien gratificado. Tome esto muy en cuenta y no deje pasar el tiempo. Crea que de no colaborar las cosas van a empeorar para usted y mucho señor Fredy".
Y posteriormente recibí una llamada en mi teléfono de línea donde alguien con voz neutra (posiblemente editada con un robot informático, a los que se accede muy fácilmente) me "sugirió" lo siguiente: "Piénselo bien y tome una buena decisión".
Tanto los mensajes como el llamado partieron del celular 093878114.
Claro, en todos los casos se trató de mensajes anónimos, y yo no respondo a mensajes anónimos, como tampoco tengo precio para que alguien pretenda comprarme.
Inmediatamente denuncié todos los detalles del hecho, al aire, en mi programa Sosteniendo la Pared, que se emite todos los sábados en Claridad FM de Colonia, y el abogado de la familia Trigo, Dr. Ricardo Durquet, estará presentando la denuncia judicial a primera hora del lunes 12 de setiembre.
RESPONSABILIZO en primera instancia por esta y otras amenazas perpetradas en los últimos cuatro meses a la JUEZA PENAL DE COLONIA DRA. BEATRIZ LARRIEUX, quien a un mes de tomar declaración al recluso Piriz Brun en aquella sede judicial aún no ha determinado la constitución del nuevo equipo investigador que trabaje sobre las nuevas pruebas presentadas, lo cual instiga a la impunidad con que estos individuos actúan.
Las otras amenazas fueron realizadas los últimos meses contra Sandra Trigo, Walter Trigo y la madre, cuñada y hermano adoptivo de Alejandro Piriz Brun.
Gracias por la solidaridad. Fredy González.

jueves, 28 de abril de 2011

CASO TRIGO

Dedicado a todos los que no quieren aclarar este crimen: Ayer miércoles 27 de abril viajamos a Colonia junto al programa Cámara Testigo (Contenidos Producciones) para cubrir todo lo referente a los nuevos datos surgidos de las declaraciones que recogimos de Píriz Brun en el penal de Libertad, además de otras investigaciones propias recientes, y que ningún medio gráfico quiso publicar.
El próximo lunes 9 de mayo, a las 22:30 hs., por Canal 12 de Montevideo, se estará emitiendo este programa de investigación con entrevistas a Walter Trigo, Alejandro Píriz Brun y Fredy González.
Como lo dijimos siempre, si la justicia cerró el caso... PARA NOSOTROS NO ESTÁ NADA CERRADO y hay por lo menos media docena de impunes todavía caminando por las calles de Colonia, Montevideo y Argentina, entre ellos varios policías en actividad, otros retirados, algún jerarca de un ente público, prostitutas con "pantalla oficial", narcotraficantes y otros delincuentes de diversa calaña.
(por las dudas aclaro: como suele ocurrir en televisión, los nombres dados son sugeridos pero no totalmente revelados, aunque sí proporcionaremos todos los detalles del móvil real y de los siete participantes en el crimen).
CONTRA TODA IMPUNIDAD.
QUE PAGUEN LOS QUE TIENEN QUE PAGAR.
JUICIO Y CASTIGO.
LA ÚNICA LUCHA QUE SE PIERDE ES LA QUE SE ABANDONA.
Fredy González

sábado, 8 de enero de 2011

Aldo Perrini, muerto en la tortura

DENUNCIA CONTRA EL BATALLÓN Nº 4 DE COLONIA

Tuvo lugar en el Juzgado Letrado de 7º Turno de Montevideo la primera audiencia por la denuncia de “Homicidio político y torturas” presentada por el abogado Óscar López Goldaracena a instancias de Nino Piero Perrini, hijo del carmelitano Aldo “Chiquito” Perrini Guala, asesinado en una sesión de tortura dentro del cuartel de Colonia el 4 de marzo de 1974. En la demanda se exige que se disponga la realización de una inspección judicial en el Batallón de Infantería Nº 4 de Colonia, a la cual concurrirá la Policía Técnica y los testigos que la Sede determine y que en función de sus declaraciones puedan individualizar los lugares de reclusión, tortura y demás circunstancias de la muerte de la víctima”. Este caso se encuentra entre los veinte excluidos del alcance de la Ley de Caducidad.


En 1974 la dictadura ejecutó un plan represivo sistemático en la ciudad de Carmelo, dirigido fundamentalmente a jóvenes identificados con la izquierda. Aldo Perrini, propietario de una heladería en el centro de aquella ciudad, fue secuestrado por personal militar el 26 de febrero y trasladado al Batallón de Infantería Nº 4 de Colonia junto a Jorge Ferrari, José Valente, Román Chipolini, Carlos Pereira, Margarita Castillos, Ruth Castillos, Daniel Conde, Abraham Bermúdez, Graciela Castillo, Roberto Melo y Ana Delpratti, entre otros. En el cuartel se los encapuchó, esposó y torturó brutalmente con picana eléctrica, submarino; potro, caballete, golpes, plantones y amenaza sicológica. Pero por alguna causa que se desconoce, los torturadores se ensañaron particularmente con dos de ellos: Aldo Perrini y Pacheco Oroná, este último un contrabandista de ginebra que confundieron con otro de igual apellido que, según la versión castrense, habría ayudado a escapar a la Argentina a perseguidos políticos cruzando el río desde Carmelo. Durante las sesiones de tortura, según se establece también en la denuncia presentada, Perrini gritaba "¡Helados, helados!" para que sus compañeros pudieran identificarlo. Los testigos narran que estaba totalmente quebrado y golpeado pero seguían torturándolo, hasta que un día ya dejaron de escucharlo. La última vez que se lo pudo ver con vida estaba tirado en el piso, quejándose de un dolor agudo en la zona del vientre. La noche en que lo mataron el batallón estaba a cargo del comandante Boscan Hontou, quien habría ordenado su traslado al Hospital Militar de Montevideo, donde no quisieron hacerse cargo del cuerpo ya sin vida de Aldo Perrini, regresándolo a Colonia. Pero había que argumentar, y esas argumentaciones ficticias fueron al menos tres. Uno de los médicos militares, también encargado de supervisar las torturas, Eduardo Solano, habría firmado un certificado de defunción donde se especificaba que Perrini ingresó herido al cuartel de Colonia y falleció en la sala de operaciones del Hospital Militar. Otra de las versiones refiere que su muerte se habría debido a una afección cardiaca producto del consumo de tabaco, a pesar de que paradójicamente Aldo Perrini nunca fumó. Pese a todo ello, en otra partida de defunción, firmada por el doctor José Cambón (del Hospital Militar) se establece como causa de su muerte un edema agudo de pulmón, siendo la versión más creíble, a pesar de que no murió en Montevideo sino en Colonia, en razón de los submarinos que se le practicaron. Al día siguiente el batallón entregó el cadáver a la familia, transcurriendo su velorio y su sepelio bajo una estricta y amenazante vigilancia por parte de los uniformados.

SADISMO

En el ingreso a Colonia, con frente a la avenida Baltasar Brum, se erige uno de los más sádicos centros de tortura del interior del país. Desde comienzos de los setenta en el Batallón de Infantería Nº 4 se actuó con la más absoluta impunidad, y pese a ello la de Perrini es la primera denuncia que se presenta en casi cuarenta años. Otros testimonios recogidos también dan cuenta de este sadismo, en la palabra de algunos detenidos que pasaron por ese cuartel. Amado Curbelo detalló a Brecha que “El encargado de dirigir la tortura era Ernesto Rama, que le decían ‘El Tordillo’, y tampoco tengo ninguna duda del resto de la oficialidad que en ese momento actuó: el capitán Bonjour, de Colonia; Emilio Álvarez, que le decían Cococho; Rabito Rivero, también de Colonia; Sosa, que también era oficial; y en cuanto a los médicos yo sólo sabía que estaba el doctor (Eduardo) Solano y también había algún otro médico que ahora no recuerdo. Los médicos por lo general no hablaban, y como uno estaba encapuchado.... Simplemente con la cabeza decían que nos siguieran dando o no. Rama integraba la Organización de Comandos Antisubversivos (OCOA), un grupo que no respondía a los mandos naturales. Su nombre de guerra era Oscar, y se ha dicho que era uno de los que cruzaba a la Argentina a actuar como comando, podemos imaginarnos a qué. Debe tener mucho que ver con la muerte de Michelini y Gutiérrez Ruiz, y con otros muchos uruguayos”. Respecto del Batallón 4 Curbelo añade: “por los relatos que nosotros recibíamos, no sé si era el primero -yo creo que era el primero-, pero sí uno de los tres más sádicos y sanguinarios en tortura. En el penal de Libertad todos los meses cambiaba la guardia; venían de un cuartel distinto todos los meses. Cuando le tocaba al cuartel de Colonia ya todos los presos del país sabíamos que se endurecía la mano”. Refiriéndose a las condiciones de vida en el batallón, el ex preso político Ramón De Pizzol narra que “al principio lo que le llamaban la máquina, la tortura, no tiene plazo. Arrancaban con una tortura física, que era el plantón, y luego el tacho, el submarino”. Al preguntarle si llegó a reconocer a alguno de los médicos que supervisaban las torturas se extiende: “A uno sí: Eugenio Visca. Ese fue el que dijo ‘Denle más, que se hace el vivo’. Luego me pasan al penal de Libertad. Y después que cayeron los de Carmelo me traen otra vez para el cuartel de Colonia. Al otro día nos enteramos que había muerto Aldo Perrini. Lo mataron en el batallón y a la familia le entregaron el féretro sellado. Y no tengo duda de que murió en la tortura”. Jorge Ferrari nació en Nueva Palmira pero creció en Carmelo y conoció a Aldo Perrini. “’Chiquito’ Perrini fue detenido con nosotros. A los pocos días de ser detenido se ensañaron con este compañero en las prácticas de la tortura, hasta que cayó muerto por la tortura”. Y nuevamente aparece el nombre del médico coloniense Eduardo Solano, actualmente radicado en Montevideo: “Había dos médicos, los dos de Colonia. Uno de ellos era Solano; del otro no me acuerdo el nombre. No lo vi en la tortura porque estábamos encapuchados. Lo vi en la enfermería, cuando me fracturaron tres costillas, me fajaron, y él dijo ‘ya pueden seguir’. Y fui trasladado a un barracón, donde seguí con un régimen de tortura”.

NINO PERRINI

Una vez culminada la primera audiencia, Brecha dialogó con Nino Piero Perrini.

—¿Cómo surgió, después de treinta y seis años, tu inquietud por reclamar justicia sobre el asesinato de tu padre?

—La cabeza de un ser humano va cambiando. Yo me enteré a los once años de la realidad de lo de mi padre, porque cuando iba a la escuela mi madre estaba asesorada por una sicóloga que le dijo que como yo era el más chico no lo iba a entender. Yo tenía solamente un año cuando lo mataron; no tengo ningún recuerdo de mi padre, y yo siempre comentaba que mi padre había muerto de un ataque al corazón mientras dormía. Eso era lo que a mí me habían dicho. Y a los once años me entero, porque me levanto, voy a la cocina, escucho a mi madre que estaba hablando con una persona y me quedo escuchando atrás de la puerta, y escuché que la versión que yo tenía no era la verdadera. Recién ahí me enteré cómo había sido, que lo habían matado en el cuartel, que lo habían matado en la tortura, que lo habían asesinado. A raíz de eso tuve una adolescencia muy dura, me enojaba con todo el mundo, todos habían sido culpables, desde los militares hasta quien me hablara del Frente Amplio, estaba enojado con el mundo entero. Esa etapa la pasé, a los 30 años me fui para España, donde conocí a quien ahora es mi mujer, y siempre queriendo saber, hasta que tuve a mi hijo varón a los 34 años, que fue la edad en que mataron a mi padre. Entonces eso me empezó a marcar. Porque en mi casa mucho no se habló del tema tampoco, mi madre quiso protegernos a los tres hermanos. Yo tenía un año cuando papá murió, mi hermano Aldo cinco y Dino seis. Ella sufrió muchísimo. Tenía 28 años, una familia muy feliz con papá, nos tenía a nosotros tres, y con 28 años le cambió la vida totalmente, le mataron al marido, se encuentra con tres hijos chiquitos, pasó a hacerse cargo del negocio de papá, a tener que trabajar todo el día, a ya no poder estar con nosotros de noche. Empezamos a sufrir mucho.

—Cuando hablamos con Jorge Ferrari, que cayó junto con tu padre en Carmelo, me contaba que él escuchaba las torturas que le aplicaban a tu padre en el cuartel de Colonia…

—Claro, más que nada los golpes. Fue muy golpeado.

—¿Tenés idea de por qué se ensañaron tanto con él?

—Lo que me cuentan es que quizás fue porque él era el más corpulento y el mayor de todos, porque la mayoría eran gurises de 18 o 19 años y él tenía 34. Eso es lo que me dice la gente que estuvo con él, porque nadie sabe bien por qué fue que se ensañaron con él.

—¿Sabés cómo lo llevaron, cómo lo secuestraron?

—A mi padre lo fueron a buscar a mi casa el 26 de febrero de 1974 a las diez de la mañana, pero él estaba trabajando en la heladería. Lo van a buscar a la heladería, lo llevan a mi casa, y de ahí al cuartel de Colonia. El 3 de marzo, a la noche, avisan a mi casa que había salido en una ambulancia, que el cuartel lo había llevado para el Hospital Militar, como que había salido herido.

—Eso fue firmado por un médico de Colonia que supervisaba las torturas en el cuartel.

—Hay tres médicos de Colonia que supervisaban las torturas. Y la partida de defunción la firmó otro médico de apellido Cambón, donde figura como que murió en el Hospital Militar, pero yo pienso que lo tienen que haber matado en el batallón, ahí se lo quisieron sacar de encima mandándolo para el Hospital Militar, en el Hospital Militar no lo quisieron recibir tampoco porque el cuerpo había llegado reventado, para mí ya estaba muerto, y lo devuelven al batallón. Ell día 4 entregan el cuerpo a la familia. El 5 lo entierran.

—El miércoles fue la primera audiencia por esta causa.

—Sí, testificaron cinco testigos míos, tres que estuvieron detenidos en la misma fecha que mi padre, un familiar nuestro y otro testigo que estuvo detenido no en la misma fecha ni en el mismo momento que mi padre, pero que lo conocía de antes, era amigo de antes.

—¿Cómo vivió la sociedad de Carmelo, desde 1974 hasta hoy, el asesinato de tu padre, y cómo vive hoy tu denuncia y tu reclamo de verdad y justicia?

—Yo pasé por todo. Hubo gente que quiso lastimarme, hubo gente que nos apoyó, hubo gente que a un hermano mío le llegó a decir que mi padre en algo estaría metido… Hoy quiero poder decirles la verdad a mis hijos de las raíces donde venimos, contarles lo que le pasó al abuelo “Chiquito”. Ahora, con esto, la gente nos está brindando apoyo, la noticia de haber presentado la denuncia ha sido de un cien por cien de apoyo, todo Carmelo está muy conmocionado con esto, quieren saber la verdad, la gente en la calle me para, me da ánimo. A mí me quitaron la posibilidad de conocerlo. Yo no tengo un solo recuerdo. Mi único recuerdo es una foto de mi padre.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Postemillas del trimestre


“La memoria estalla hasta vencer
a los pueblos que la aplastan
y que no la dejan ser
libre como el viento”

León Gieco

“Amenazaron de muerte a la militante social Irma Leites”

Los gorilas no duermen a las diez de la mañana en la calle larravide. Acechan desde la noche en sus no árboles de mitsubishi blanca sin matrícula. Repiten el método. Son más memoriosos que nosotros. Los cuatro monos no son ciegos, ni mudos, ni sordos, ni sabios, ni monos. Darwin los conoce mucho mejor que nosotros. Irma también. Por eso contraataca frente a la amenaza. Contraataca con oídos, ojos y boca. Los eslabones, cumplidos, huyen en sus dos patas y sus cuatro ruedas. Los eslabones reencontrados de la cadena que se creyó perdida. Cobran por su trabajo y se van a almorzar, como buenos padres que son. Pero antes de hacerlo su grito mono ya quedó desenterrado del pavimento: “dejate de joder porque te vamos a quemar”. La hoguera inquisidora no duerme a las diez de la mañana en larravide, ni antes ni después. Sigue quemando, aullando, haciéndole el favor a los aún impunes o a sus acaso patrones de la vip. Los de la chispa encendida más que la nuestra. Los que rezan los domingos y dictan reglas secretas los sábados por la noche. Justo a la hora en que sus peones impunoadictos patoviquean en los boliches o en las guardias de seguridad o en el 2-22, los genocidas extienden sus lenguas y tinta y brasas en las nuevas metodologías que la leites empleada de la salud recuerda bien desde sus tiempos de cana. Y por eso no tiembla. Y por eso no huye. Y por eso no los denuncia ante la justicia, porque no sabe dónde habita esa tal señora.


“El presidente Mujica intentó liberar a presos mayores de 70 años”

Los primeros, los genocidas digo, fueron encarcelados en setiembre de 2006. Lujosamente encarcelados, pero encarcelados al fin. Te regalo los lujos, el adsl y el celular, goyo, que yo me voy a caminar por dieciocho y entro y salgo del lobizón cuando se me cante y quiera y pueda. Vos seguí ahí, en tu inalámbrica prisión de cinco estrellas domingo arenas, pero seguí ahí. Tu vejez y la de todos los demás “pobres viejitos” no te exime de tus crímenes contra la humanidad, ni en el cuerpo asesinado de luzardo, ni en la visa del esmaco, ni en los oficios de la cía. No te/los exime pobres viejos homicidas, violadores, torturadores, desaparecedores, hdp. ¿Contame cómo gemía de implacer la pobre desgraciada patoteada y violada entre cincoseis? ¿Cuánto gozaste con aquel adolescente de las pintadas amarrado/estaqueado entre diezquince? ¿Cómo alcanzaste el orgasmo cuando le arrebataste a aquella indefensa su bebita de trescuatro días? ¿Qué divismo se siente acribillando a tus ochodiez militantes por la espalda? Mis muy amados divos de la lascivia y el sadismo, ¿con qué etiqueta azul brindaron por la posible libertad a concederse? ¿Con quién chatearon esa noche en el messenger? ¿Adolfo sigue estando en línea desde el más acá? ¿Cómo vivieron la cuenta regresiva desde la anunciada presunta propuesta de libertá? Pobres viejos ofensivos y huérfanos del premio a su crueldad. ¿Llegaron tarde a la celda y no se habitúan, verdad? ¿Llegaron pobres viejitos cuando deberían haber estado desde cincuentones langas? ¿Les cuesta mucho ahora enterarse de la centésima parte vivida por sus víctimas? Aceleren el trámite. Vamos. Ustedes tienen fuerza y convicción. Lealtad a la patria, obediencia indebida. Vamos. Ustedes saben cómo hacerlo porque ya lo hicieron mil veces en la sangre de otros. Vamos. Mario murió hace un año, pero como dato les dejó dicho: “Un torturador no se redime suicidándose, pero algo es algo”. Libérense ahora. Redímanse. Vamos. Que un vaso de agua y una pastilla de cianuro no se le niegan a nadie. Llaman a la puerta. Atiendan por favor. Es el delivery que trajo el encargue.

“Oficialismo propone instrucción militar para los adictos”

El paco les calcina las tripas. Su efecto perdura por veinte minutos. Cada veinte minutos salen de sus casas con un nuevo televisor para pagar el consumo. El narco se alimenta de televisores sin sal en su mansión de pocitos. La pasta los desorbita, los expulsa de sí, los convierte en kamikazes de su nueva religión. Cambian de órbita cada veinte minutos. Van y vuelven. Entran y salen. El narco comulga los nuevos kamikazes en su lujosa órbita de punta carretas. Los desechos de coca sin refinar les crecen por las venas como un nuevo hijo abortado que nace igual. Cada veinte minutos ocurren partos malhabidos en los barrios más pobres de todas las ciudades empobrecidas. Entran y salen fetos sin futuro ni presente del sistema habitual. El narco bien nacido come fetos de cincuenta pesos por cabeza en su sistémico barrio privado de carrasco. La droga berreta, la más fetal, se uniformiza con gorra de rapero y estómago vacío. Se mimetiza. Se adhiere. Nadie sabe/contesta que otro mundo distinto existe y es posible, o que al menos posible sería que existiera. El estómago de diecisiete años entra para matar y sale para robar, cada veinte minutos. El narco nolepreguntan/poresonocontesta cada veinte minutos recibe su paga multiplicada en todas las gorras de los barrios más empobrecidos, mientras atiende su ventanilla impune en su gorleriano palacio de punta del este. Un militar no instruido ni depurado aguarda para instruir y depurar. Caramba.

“Benedicto XVI expresó: Vemos que es necesario hacer penitencia”

Superan veinte mil los curas pedófilos en todo mundo. De un total de 247 naciones, nos da un promedio de apenas algo más de 80 sacerdotes por país que tomaron demasiado al pie de la letra aquello de “dejad que los niños vengan a mí”, y si no vienen los salgo a buscar y los obligo y los someto; total… tengo línea directa con el poder mayor. El papa, la iglesia, el establishment eclesial no condenan. Sugieren “penitencia”. Veinte mil penitentes cumpliendo su absolución en cada una de sus parroquias. ¿Por mucho tiempo? ¿Y durante y después? Setenta veces veinte mil que apañan al promedio de los más de ochenta por país. Buen número para impedir que los trapitos sucios salgan al sol. Total, el daño ya está hecho. Los traumas personales, familiares y sociales ya están. Penitencia, muchachos, que la catequización no puede esperar. Total, el daño… Centenares de miles de niños y niñas asisten cada domingo, en todo el mundo, para adquirir las enseñanzas magnánimas. No pueden esperar a un castigo ejemplar o a una justa expulsión y procedimiento judicial que estigmatice a la institución por muchas décadas. ¡Y justo en este momento tan pecaminoso! Siempre es mejor que el número de bajas lo aporten los demás. Centenares de miles de niños y niñas que acuden por la salvación, convencidos o inducidos, con más de veinte mil abusadores enfrente que los iniciarán en el culto y en muchos casos, si es necesario, también los obligarán a hincarse. ¿Amén, ratzinger?

El Tribunal de La Haya dictaminó “empate técnico” y se lavó las manos

“Botnia no contamina, pero Uruguay no dio aviso sobre su instalación”, podría resumirse el esperado dictamen de la Corte Internacional de La Haya. Punto. Ni Gardel les metió un gol con la mano a los ingleses, ni Maradona nació en Tacuarembó. Ni el Diego murió en Colombia, ni el Carlos nació en Francia. Pero todo eso podría haber ocurrido, claro. Empate técnico: Maradona no canta como Gardel y Gardel jamás jugó -ni jugará- al fútbol como Maradona. La cumparsita es del uruguayo Mattos Rodríguez pero se la vendió a la disquera argentina Riccordi en tiempos de necesidad. Los orientales que conocemos la historia sabemos a quién le pertenece. Los argentinos que conocen la historia también lo saben. Pero opinamos distintos. ¿Qué diría La Haya? Dos puntos para el Tribunal: La cumparsita es rioplatense. Hay cortes de puente contra los argentinos y uruguayos trashumantes, pero también hay reclamos concretos a los que debiera acordarse un pronto final con buena disposición de ambas partes. Poner la pelota en la cancha del vecino para que el vecino resuelva cómo jugarlo, incluso con Gardel, Maradona o Mattos de punteros, siempre es poner la pelota en la cancha del vecino. Con todos los intereses (presuntos y reales) que existen en este conflicto, ¿no contamos aún con capacidad propia de resolución del mismo, entre dos poblaciones tan similares, autocaratuladas “hermanas” durante tanto tiempo, para esperar que el vecino resuelva a nuestro favor todo aquello que ninguno de nuestros pueblos sabe cómo resolver a su favor? Conclusión del Tribunal Internacional: La cumparsita fue compuesta en La Haya y las naciones implicadas deberán devolvernos con sus correspondientes intereses todo el dinero recaudado por derechos de autor durante más de cincuenta años. Entérese, dispóngase, cúmplase, archívese.