Sosteniendo la Pared, 27 de octubre 2012

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Entrevista en Poder Ciudadano, Canal 5 TNU, 22.9.2011 (primera parte)

Entrevista en Poder Ciudadano, Canal 5 TNU, 22.9.2011 (segunda parte)

Caso Trigo (en Cámara Testigo, 9 de mayo 2011)

domingo, 6 de enero de 2008

Octubre 31: Todos detrás de Momo


No será carnaval, pero el corso ya está listo para lanzarse al escenario electorero.
La cuenta es regresiva, y no sólo por los pocos días que faltan para el 31 de las urnas. La cuenta es regresiva, también ideológicamente hablando.
La involución política uruguaya, así de partidos como de ciudadanía, es demasiado notoria detrás del antifaz y de las patéticas caretas de cualquier color, de todo color.
Habernos costado tanto recuperar la democracia –aunque Pacto del Club Naval y leyes de impunidad mediante– no es argumento de fuerza para avalar cualquier régimen que se nos imponga, como este pseudodemocrático que estamos sobreviviendo, donde la tan invocada democracia representativa no es más que otra fantochada de este carnaval que el rey Momo poder real pretende que confundamos con gobierno legítimo.
¿De qué representación democrática de los votantes podemos (o pueden) hablar, cuando desde el Parlamento se hace oídos sordos a los intereses más prioritarios y fundamentales de la población que nos va quedando, de la que todavía no juntó la guita para sacar un pasaporte hacia las leyes que la cercenan en otros países, o que en el mejor de los casos la negrean con jornales de esclavitud a cambio de no delatarlos?
Parece que no era así como nos contaban que iba a ser. Parece que democracia era poder del pueblo, ejercida a través de sus representantes electos. Pero parece que ahora es distinto.
¿Quiénes asoman la cabeza para desmentirlo? ¿Los mismos que durante estas dos décadas postdictadura se ocuparon de colocar a sus amigos en puestos claves y se olvidaron del interés general de la mayoría? ¿Los mismos que nos llevaron a descreer en la clase política y, según recientes encuestas, provocaron también que el 32% de la ciudadanía aliente el retorno de otra dictadura militar? ¿Qué pasó en el medio? ¿Quién nos borró qué cosa de la cabeza para no acordarnos de todo aquello? ¿O fuimos nosotros mismos, nuestra quietud, nuestra pasividad, nuestra falta de intervención en los temas comunes, lo que nos arrastró hasta este laberinto sin salida a la vista?
Llegan otras elecciones nacionales, de las que saldrán presidente, vice, diputados, senadores, todos con muy jugosas remuneraciones y sin salarios mínimos de 1.300 pesos. Pero ahora por lo menos podemos elegir, dirá alguno. Y es mentira. El próximo 31 de octubre sólo se vota por candidatos, pero no se elige. Se opta, no se decide.
Y mal podrá gobernar un partido mayoritario que solamente llegue al gobierno por acumulación de votos, que a esta altura se introducen en las urnas casi por descarte, aunque el voto castigo nunca representó para ningún pueblo solución alguna.
Por eso los orientales cada cinco años castigamos, no elegimos. Creemos cobrarnos viejas cuentas, pasarles la boleta, y volvemos a repetir los mismos fracasos. Y así será, y así seguirá siendo, hasta que el voto sea efectivamente un derecho y no un deber, como lo es hoy. Porque a quien no vota, a quien se abstiene, se lo multa; y si dejamos la hipocresía de lado esto quiere decir, sencillamente, que nos obligan a votar y que si no lo hacemos nos castigan.
Y también quiere decir que no asumimos el derecho a hacerlo por propia conciencia, y que por lo tanto es un deber de carácter compulsivo, que se reprime con el pago en unidades reajustables.
Y así será, y así seguirá siendo, hasta que nos asumamos como la mayor fuerza que tiene un país, nosotros, sus habitantes, sus ciudadanos, el primero de los poderes y el que más de lado queda a la hora de las decisiones, que encima nos imponen desde el extranjero, con el aval de los siempre obsecuentes políticos coterráneos.
Lo que falla es el sistema, ya no sólo los hombres, y nadie vea en esto una apología golpista. Golpista es la entrega de todo un país al poder del capital.
El sistema democrático representativo está trampeado por los mismos representantes democráticos, que de eso viven. Y a todo esto es nuestro deber y derecho cambiarlo desde abajo y de raíz, con organizaciones legítimas de la población unida en pos de un fin común y solidario. Y aunque ello signifique que tengamos que comenzar todo de nuevo, desde la base, desde el barrio, desde el primer paso del patacón por cuadra.
Por lo demás, el 31 parece que gana en primera vuelta el ahora socialdemócrata Frente Amplio-Encuentro Progresista-Nueva Mayoría, también parece que Larrañaga le puede hacer fuerza si Luis Alberto cumple su rol de buen titiritero y que los colorados recibirán su más duro castigo, mientras Julio María sigue pensando qué hacer después, y mientras desde los cuarteles observan (y hasta a veces opinan) con demasiado interés el desarrollo de los acontecimientos.
Se viene el 31. Vamos a ver de qué estamos hablando el 32... Que ojalá haya Plan B en medio de tanta truchada y de tanto míster Momo que sonríe de oreja a oreja cada vez que cumplimos con pagar los intereses de su inversión tercermundista.

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